sábado, 23 de enero de 2010

El derecho de las naciones a la autodeterminación


Hoy nos toca hablar de los pretendidos defensores de los derechos humanos. No se si le pasará a más gente, pero la hipocresía es algo que me parece repulsivo, sinceramente, prefiero que alguien declare abiertamente que es mi enemigo a que se las de de amigo y luego, hablando mal, me de por culo. Pues exactamente eso me pasa con los políticos.

¿Quién no les ha oido hablar sobre el respeto a los derechos humanos? Centrandonos en el tema del título, el derecho de las naciones a la autodeterminación esta recogido entre los DDHH, bien es cierto que es de "tercera generación", pero no por ello deja de ser un derecho que tenemos, o más bien, deberíamos tener, simplemente por nuestra condición humana. Los encargados de argumentar en contra de su aplicación en el estado español, argumentan precisamente que fue un derecho diseñado para resolver los problemas coloniales, y que por tanto no es aplicable en los casos que nos ocupan. Llegados a este punto no podría seguir sin dejaros aquí, como quién no quiere la cosa, el segundo artículo de la declaración:

-Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.

Desde el punto de vista de los trabajadores es necesario que se pueda llevar a cabo ese derecho, para acabar con la burguesía es necesaria la unión por encima de las fronteras nacionales, y el conflicto planteado en los términos actuales lo único que hace es dividir a los trabajadores, si se concediera ese derecho los unos dejarían de sentirse oprimidos y los otros odiados, y las cosas serían algo más fáciles, pero lo último que interesa a la cuadrilla de explotadores que rigen el mundo es precisamente eso, facilitar los nexos de unión entre los trabajadores.

Partiendo del dicho popular de que la historia se repite, volvamos al principio del artículo, los políticos de hoy en día hablan de la defensa de los derechos humanos contraviniendo a la propia declaración donde se recogen los mismos, si alguien todavía no sabe por donde voy, lo diré de otra forma, nos dicen que para defender los derechos hay que recortarlos, que en la defensa de las libertades hay que cercenarselas al "enemigo", y, dicho esto, no me puedo despedir sin publicar el último artículo de la primera generación de derechos, los que se redactaron tras la Segunda Guerra Mundial.

-Nada en esta Declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta Declaración.

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